Respuesta:
Desde que tengo memoria, ayudo a mamá a recolectar los frutos frescos que crecen junto al río. Papá se dedica a la caza y lo que nos sobra, se lo da a mi hermano quien hace el trueque con su amigo Katzee de la aldea vecina, a veces consigue otros animales que criamos y comemos, otras veces trae pieles de calidad para cubrirnos del gélido clima de nuestro hogar en las montañas.
Hay días en los que no salimos, papá y mi hermano son los únicos que tienen permitido poner un pie fuera, despues de largas horas de ruidos extrañamente perturbadores, gritos, rugidos; vuelven con pieles de osos y múltiples heridas de las que se encarga mi hermana: la curandera del pueblo.
Mi familia es asombrosa, tienen cargos importantes que hacen que mi vida esté llena de comodidades.
